martes, 13 de mayo de 2008

Recursos ¿humanos?

La entrevista de trabajo es un enunciado abstracto que sirve para definir ese primer contacto hostil entre explotador y explotado con el cual se puede iniciar o no el largo proceso de agonía que supone un trabajo mal remunerado en alguna empresa española. Cual animales selváticos, los sujetos implicados pasean en círculo -metafóricamente hablando- en torno a un ring imaginario compuesto de preguntas estúpidas y respuestas estándar. Según tipo de entrevistador, se pueden dar las siguientes situaciones.
Tipo I: El entrevistador inútil o que estudió Recursos Humanos.
Argumento: persona que ha estudiado psicología laboral y se ha aprendido de memoria una serie de preguntas que suelen ser siempre las mismas.
Ataque: +2 al elemento sorpresa. En la carrera les han enseñado a hacer preguntas incómodas para evaluar la sangre fría de la víctima. Cuestiones como "¿Cómo es tu vida sexual?" o poner caras extrañas son varios de sus recursos favoritos.
Defensa: Como siempre realizan las mismas preguntas, el factor sorpresa acaba perdiéndose. Pero por si acaso, el entrevistado tiene licencia moral para pasar al borderío. No habrá contrato, pero...lo a gusto que te quedas...
Tipo II: El entrevistador antiquímica o "me has jodido la hora del café"
Argumento: hagas lo que hagas, no va a contratarte, ha surgido un odio espontáneo desde su persona a la tuya, por motivos hormonales o de otra índole similar.
Ataque: +5 a la "grosería cortés". Te manda un corte de mangas mental cada vez que hace una pregunta, pero muy educadamente.
Defensa: ninguna. No hay feeling, no hay trabajo. Pero siempre se puede hacer un corte de mangas (no mental) al entrevistador.
Tipo III: El entrevistador psicológo
Argumento: variante extrema del de Recursos Humanos. Estudió Psicología y se dedica a observar con fijación de maníaco los gestos y ademanes del entrevistado, esperando ver signos de esquizofrenia paranoide o similar en el sujeto a evaluar. En realidad, el paranoico es él...pero aún no lo sabe.
Ataque: +3 a la situación incómoda. Trata de hacer de la entrevista de trabajo un trance aún peor de lo habitual.
Defensa: El entrevistado debe permanecer impasible. Cuando empiecen las preguntas sobre las aficiones personales, puede respirar tranquilo. Lo peor ha pasado.
Tipo IV: El entrevistador colega o el del "feeling".
Argumento: ha habido amor a primera vista. Él te quiere y tú le quieres a él. Digas lo que digas, le gustará.
Ataque: Ninguno. El flechazo le ha dejado blando como un corderito. Preguntas buenrollistas, poca atención a las respuestas y si es un hombre y el otro sujeto mujer, frecuentes miradas apreciativas.
Defensa: nada más que seguirle la corriente y aprovechar la circunstancia para negociar mayor sueldo.
Tipo V: El entrevistador entrevistado
Argumento: este entrevistador es tan abúlico y tiene tantas ganas de terminar la entrevista que al final las preguntas acaba haciéndolas el entrevistado.
Ataque: +2 al aburrimento. Trata de dormir al entrevistado con un tono de voz monocorde y unas preguntas lacias.
Defensa: ¡no dormirse!. El entrevistador dará el "sí, quiero", por puro aburrimiento.
Tipo VI: El entrevistador anglófilo
Argumento: siembra su vocabulario de términos empresariales en inglés y al mismo tiempo es un perfecto negado en su propio idioma, llegando hasta el extremo de no conocer los equivalentes del inglés al español de las expresiones que utiliza.
Ataque: Confusión +4 con atenuante de estupidez. El pobre, desde que llegó de estudiar el master en EEUU, casi ha olvidado su propio idioma. Su utilización abusiva y arbitraria de expresiones corporativas en inglés puede llevar a confusión al entrevistado. Sus favoritos: "team building", "in company", "coffee break" o " meeting". Con lo fácil que es decir "trabajo en equipo", "en empresa", "café" o "reunión".
Defensa: reciclar los mismos términos e inventar otros nuevos. Este tipo de entrevistador suele ser tan necio que no se da cuenta de que el entrevistado le está tomando el pelo.
Tipo VII y último: Vlad o el Entrevistador Sangriento
Argumento: su intención no es otra que acojonar de tal manera al entrevistado, que éste se sienta agradecido por haber sido escogido para el trabajo.
Ataque: +10 a todas las preguntas incómodas, a crear una situación tirante y a usar expresiones tan malévolas como las que siguen.
- Este es un trabajo muy dinámico (te aseguro que te vamos a exprimir todo lo que podamos).
- El sueldo es competitivo (es el mínimo garantizado por la ley)
- Yo soy muy perfeccionista (maniático).
- Tendrás opción a evolucionar dentro de tu puesto. (es posible que te subamos el sueldo unos diez euros en los próximos cinco años).
- Se trata de un trabajo muy exigente (te pago 600 € mensuales, pero te exigiré que curres como si te pagase 1000 €).
Defensa: ¡HUIR! Será el tipo de trabajo del que el triste currante acabe arrepintiéndose.
Tipo VIII: El entrevistador suspicaz o "El cazador de replicantes".
Argumento: cualquier cosa que digas puede ser utilizada en tu contra. No hables sin la presencia de tu abogado. Eres culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Ataque: +5 a suspicacia. Cualquier cosa que digas será altamente sospechosa; este tipo ha investigado tu currículum y ha descubierto que alguno de tus trabajos anteriores era una beca. Su misión: tratar de que lo confieses o a lo largo de la entrevista, con el propósito de ofrecer el mínimo sueldo posible.
Defensa: la conocida como "Blade Runner". Mantén el pulso constante, que tus pupilas no se desplacen hacia el lado derecho del cerebro o Él descubrirá que escondes algo.