jueves, 15 de noviembre de 2007

El Retrete

Acceso: Al final del pasillo a la derecha.
Decía un gran sabio cuyo nombre ahora mismo no logro recordar que las mejores ideas se le ocurrían en el retrete. Aunque a mí eso me suele pasar de camino al autobús, no está de más ofrecer un lugar íntimo y reposado a los invitados para que reflexionen sobre la cuadratura del círculo. Ahí podrán decidir si su anfitriona es una petarda o tiene su gracia a fin de cuentas.

La Cocina

Acceso: Primera puerta a la derecha.
Lamentablemente, suelo estar a dieta los días 29 de febrero siempre que el año no sea bisiesto. Pero puedo invitarte a una bebida mientras te cuento quién soy, de dónde vengo, qué pienso y qué dejo de pensar. Claro que, corres el riesgo de acabar hasta las narices.

El Sótano

Acceso: Hacia abajo.
Aquí sólo se viene a jugar. Ya sea al Parchís, al rol, al Trivial o a las canicas. Por favor, aburridos y reprimidos abstenerse. Cierro con llave.

La Biblioteca

Acceso: Al final del pasillo
Contenido: esta es mi habitación favorita. Por desgracia, no soy muy organizada y tengo los libros tirados por todas partes. Pero si tienes paciencia y buscas, puedes encontrar desde las pseudomemorias de Gerald Durrell hasta libros de poesía de Alejandra Pizarnik. ¡A disfrutar!

La sala de música

Acceso: Segunda Puerta a la Derecha
La sala de música suelen visitarla cantantes góticos, supergrupos canadienses, músicos raros, músicos normales, artistas polacos, sitaristas hindúes, adalides del räi, compositores de bandas sonoras y curiosos.
Puedes entrar siempre y cuando no vayas a pedirme ningún CD prestado.